Por medio de una síntesis expresiva y fugaz, el Arquitecto participa de los misterios de la observación y el trazo libre, fijando en un soporte propio, la particular forma en que interpreta su entorno urbano y rural.
Sin resultados obvios, se forman garabatos insolentes y originales, que deben soportar la lucha entre lo mínimo y el complemento anecdótico.
Sin resultados obvios, se forman garabatos insolentes y originales, que deben soportar la lucha entre lo mínimo y el complemento anecdótico.